Afirmaciones Doctrinales

TRES CREDOS ECUMÉNICOS HISTÓRICOS

A lo largo de la historia, la iglesia primitiva tuvo que desarrollar credos o declaraciones de fe para defenderse contra el rápido crecimiento de los herejes y el error. A medida que crecía el cristianismo, el surgimiento de los herejes también entró en la arena, con puntos de vista divergentes sobre Cristo y las Escrituras. Estos credos repelieron el error en la iglesia y ayudaron a dar forma a la doctrina de la iglesia para siempre. Desafortunadamente, muchas personas tienen una opinión negativa sobre los credos creyendo que aquellos que defienden estos credos los tienen a la par con las Escrituras. Esto, sin embargo, no es el caso; solo sirven para afirmar lo que la Biblia ya enseña.

CREDO APOSTOLICO

Creo en Dios Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Y en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra del Espíritu Santo; nació de la virgen María; padeció bajo el poder de Poncio Pilato: fue crucificado, muerto y sepultado; descendió a los infiernos, al tercer día resucitó entre los muertos: subió a los cielos, y está sentado a la diestra de Dios Padre todopoderoso, y desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo; la santa iglesia cristiana; la comunión de los santos: la remisión de los pecados; la resurrección de la carne; y la vida perdurable.

CREDO DE NICEA-CONSTANTINOPLA

Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin.

Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.

CREDO DE CALCEDONIA

El concilio de Calcedonia fue un concilio ecuménico el cual se realizó el 8 de octubre y 1 de noviembre del año 451 en Calcedonia, ciudad de Bitinia, en Asia Menor.

Nosotros, entonces, siguiendo a los santos Padres, todos de común consentimiento, enseñamos a los hombres a confesar a Uno y el mismo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, el mismo perfecto en Deidad y también perfecto en humanidad; verdadero Dios y verdadero hombre, de cuerpo y alma racional; consustancial (coesencial) con el Padre de acuerdo a la Deidad, y consustancial con nosotros de acuerdo a la Humanidad; en todas las cosas como nosotros, sin pecado; engendrado del Padre antes de todas las edades, de acuerdo a la Deidad; y en estos postreros días, para nosotros, y por nuestra salvación, nacido de la virgen María, de acuerdo a la Humanidad; uno y el mismo, Cristo, Hijo, Señor, Unigénito, para ser reconocido en dos naturalezas, inconfundibles, incambiables, indivisibles, inseparables; por ningún medio de distinción de naturalezas desaparece por la unión, más bien es preservada la propiedad de cada naturaleza y concurrentes en una Persona y una Sustancia, no partida ni dividida en dos personas, sino uno y el mismo Hijo, y Unigénito, Dios, la Palabra, el Señor Jesucristo; como los profetas desde el principio lo han declarado con respecto a Él, y como el Señor Jesucristo mismo nos lo ha enseñado, y el Credo de los Santos Padres que nos ha sido dado.

OTRAS AFIRMACIONES

LA DECLARACION DE CHICAGO SOBRE LA INFALIBILIDAD BÍBLICA (1978)

La autoridad de las Escrituras es un elemento central para la Iglesia Cristiana tanto en esta época como en toda otra. Los que profesan su fe en Jesucristo como Señor y Salvador son llamados a demostrar la realidad del discipulado obedeciendo la Palabra escrita de Dios en una forma humilde y fiel. El apartarse de las Escrituras en que se refiere a fe y conducta es demostrar deslealtad a nuestro Señor.

El reconocimiento de la verdad total y de la veracidad de las Santas Escrituras es esencial para captar y confesar su autoridad en una forma completa y adecuada. La Declaración siguiente afirma esta inerrabilidad de las Escrituras dándole un nuevo enfoque, haciendo más clara su comprensión y sirviéndonos de advertencia en caso de denegación. Estamos convencidos de que el acto de negarla es como poner a un lado el testimonio de Jesucristo y del Espíritu Santo, como también el no someterse a las demandas de la Palabra de Dios que es el signo de la verdadera fe cristiana. Reconocemos que es nuestra responsabilidad hacer esta Declaración al encontramos con la presente negación de la inerrabilidad que existe entre cristianos, y los malentendidos que hay acerca de esta doctrina en el mundo en general.

Esta Declaración consta de tres partes: un Resumen, los Artículos de Afirmación y de Negación, y una Exposición que acompaña a éstos, la cual no estará incluida en este escrito. Todo esto ha sido preparado durante tres días de estudio consultivo en Chicago. Los que firmaron el Resumen y los Artículos desean declarar sus propias convicciones acerca de la inerrabilidad de las Escrituras; también desean alentar y desafiar a todos los cristianos a crecer en la apreciación y entendimiento de esta doctrina. Reconocemos las limitaciones de un documento preparado en una breve e intensa conferencia, y de ninguna manera proponemos que se lo considere como parte del credo cristiano. Aun así nos regocijamos en la profundización de nuestras creencias durante las deliberaciones, y oramos para que esta Declaración que hemos firmado sea usada para la gloria de nuestro Dios y nos lleve a una nueva reforma de la Iglesia en su fe, vida y misión.

Para leer el documento completo, por favor visita el siguiente enlace. www.sdejesucristo.org

DECLARACIÓN DE DANVERS
CONCILIO SOBRE LA MASCULINIDAD Y FEMINIDAD BÍBLICA

En diciembre de 1987, el recién formado Concilio sobre la Masculinidad y Feminidad Bíblica se reunió en Danvers, Massachusetts, para producir la Declaración de Danvers. Ofrecemos esta declaración al mundo evangélico, sabiendo que estimulará discusión saludable, y con la esperanza de que reciba una gran aceptación.

Nuestra Razón

Hemos sido impulsados en nuestro propósito por las siguientes tendencias contemporáneas, las cuales observamos con profunda preocupación:

1. La incertidumbre y confusión difundidas en nuestra cultura con respecto a las diferencias complementarias en la masculinidad y la feminidad;

2. los efectos trágicos de esta confusión al deshilar la tela del matrimonio tejida por Dios con los hilos bellos y diversos de la masculinidad y la feminidad;

3. la promoción creciente dada al igualitarismo feminista, acompañada de distorciones o abandono de la armonía felíz presentada en las Escrituras entre el liderazgo amoroso y humilde de maridos redimidos y el apoyo inteligente y voluntario a ese liderazgo por esposas redimidas;

4. la ambivalencia difundida con respecto a los valores del rol de la madre, de la vocación de ama de casa, y de los muchos ministerios realizados históricamente por mujeres;

5. el aumento de demandas de legitimidad de relaciones sexuales que han sido consideradas bíblica e históricamente ilícitas o perversas, y el aumento en la representación pornográfica de la sexualidad humana;

6. el aumento de abuso físico y emocional en la familia;

7. el surgimiento de roles para hombres y mujeres en el liderazgo de la iglesia que no concuerdan con la enseñanza bíblica, sino al contrario, resultan en debilitamiento de un testimonio bíblicamente fiel;

8. la creciente prevalencia y aceptación de hermenéuticas extrañas diseñadas para reinterpretar el significado ya claro de textos bíblicos;

9. la resultante amenaza a la autoridad bíblica en tanto se compromete la claridad de las Escrituras y la accesibilidad de su significado para la gente ordinaria es llevada al ámbito restringido de la ingenuidad técnica.

10. y detrás de todo esto, la aparente adaptación de algunos dentro de la iglesia al espíritu de este siglo a expensas de una autenticidad bíblica atrayente y radical, la cual mediante el poder del Espíritu Santo puede reformar, en vez de reflejar, nuestra cultura moribunda.

Para leer el documento completo, por favor visita el siguiente enlace. www.cbmw.org


LOS CÁNONES DE DORT


Introducción
La decisión que el Sínodo de Dort tomó en cuanto a cinco puntos de doctrina que se disputaban en los Países Bajos es conocida popularmente como los Cánones de Dort. Consiste en afirmaciones doctrinales adoptadas por el gran Sínodo de Dort que se reunió en la ciudad de Dordrecht durante los años 1618-19. Aunque este fue un sínodo nacional de las iglesias reformadas de los Países Bajos, el evento tuvo un carácter internacional, ya que no sólo asistieron delegados neerlandeses, sino que veintiséis delegados de otros países.

El Sínodo de Dort se reunió para resolver una seria controversia que se dio en las iglesias neerlandesas a causa del surgimiento del Arminianismo. Jacobo Arminio era profesor de teología en la Universidad de Leiden. Arminio puso en duda varios puntos importantes de la enseñanza de Calvino y sus seguidores. Después de su muerte, sus seguidores presentaron sus puntos de vista respecto a cinco de estos puntos en un documento titulado Remonstrance [= protesta] de 1610. En este documento y otros escritos posteriores más explícitos, los arminianos enseñaron la elección universal basada en la previsión de la fe, la aplicación universal de la expiación de Cristo disponible para todos los que libremente escojan aceptarla, la depravación humana limitada, la gracia resistible de Dios y la posibilidad de que uno pueda perder la salvación. En los Cánones, el Sínodo de Dort rechazó estos puntos de vista y expuso la enseñanza reformada en cuanto a estos puntos con el fin de ofrecer a los creyentes una seguridad de salvación más profunda, según la enseñanza de las Escrituras.

Primer punto principal de doctrina

Elección y reprobación divina

Los siguientes artículos explican el concepto de la predestinación divina que el Sínodo declara estar de acuerdo con la Palabra de Dios y que hasta el presente las iglesias reformadas aceptan.

Artículo 1: El derecho que Dios tiene de condenar a todo el género humano

Puesto que en Adán todos los seres humanos pecaron y han quedado bajo el veredicto de maldición y muerte eterna, Dios no habría sido injusto con nadie si su voluntad hubiese sido dejar a toda la raza humana en pecado y bajo maldición, y condenarla a causa de su pecado. Tal como lo declara el apóstol: “todo el mundo está sujeto a la condenación de Dios” (Rom. 3:19), “Todos pecaron y están privados de la gloria de Dios” (Rom. 3:23), y “la paga del pecado es muerte” (Rom. 6:23).

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Las 5 Solas

Lutero clavó sus 95 tesis en la puerta de la catedral de Wittenberg el 31 de octubre de 1517. La queja principal de estas tesis era la venta de indulgencias, con las cuales se pagó una buena parte de la construcción de la Basílica de San Pedro. Sin embargo, esto inició todo un movimiento que culminó revisando no solo la venta de las indulgencias, sino también toda la teología que la iglesia de Roma practicaba y enseñaba. Por años, los teólogos de la Reforma cuestionaron y cambiaron el entendimiento de la salvación del hombre que la iglesia católica abrazaba, junto con toda la teología relacionada al plan de redención. Con el paso del tiempo se hizo necesario resumir todo ese nuevo entendimiento teológico, con tal de que otros pudieran visualizarlo de una manera sencilla, pero no simplista. Esto dio origen a estas cinco famosas frases:

1. SOLA SCRIPTURA

Sola la Escritura. La Palabra de Dios es la máxima autoridad en materia de fe y práctica. Por tanto, nada que contradiga la revelación de Dios puede regular la vida del creyente (Gálatas 1:6-10; 2 Timoteo 3:16; 2 Pedro 1:3).

2. SOLUS CHRISTUS

Solo Cristo. La salvación se encuentra solo en Cristo, excluyendo así todo otro camino para llegar a Dios (Hechos 4:12).

3. SOLA GRATIA

Solo la Gracia de Dios. La salvación es un don de Dios. Por tanto, es algo que el pecador recibe de forma inmerecida basada en los méritos de Cristo alcanzados durante su vida, muerte y resurrección (Efesios 2:8).

4. SOLA FIDE

Solo por la Fe. La salvación solo puede ser recibida cuando ponemos nuestra fe en Aquel que murió por nosotros, excluyendo la posibilidad de que nuestras obras puedan contribuir (Efesios 2:8-9, Romanos 3:28).

5. SOLI DEO GLORIA

Solo a Dios sea la Gloria. El propósito de la salvación que recibimos es glorificar a Dios; poner de manifiesto las excelencias o virtudes de su carácter (Efesios 1:4-6; 1 Pedro 2:9).