Declaración de Fe

Creencias Fundamentales

Dios

En Vida Abundante, creemos y afirmamos que existe un solo Dios vivo y verdadero, infinito y perfecto en todos sus atributos divinos, único en esencia. Existiendo eternamente en tres personas, se revela a sí mismo como Padre, Hijo y Espíritu Santo, sin división de naturaleza o esencia, siendo cada uno igualmente merecedor de adoración y obediencia.
Dt. 6:4; Is. 45:5-7; Mt. 28:19; 2 Co. 13:14.

La Santa Escritura  

En Vida Abundante, creemos y afirmamos que Las Santas Escrituras son un testigo de Dios a sí mismo, es donde encontramos a Dios, quien es en sí mismo verdad y habla solo verdad. A su vez inspiró a hombres a través de su Espíritu Santo a escribir de forma infalible e inerrante, con toda autoridad divina, para revelarse a la humanidad perdida a través de Jesucristo, como creador y Señor, redentor y juez.
Ex. 24:4; Dt. 4:1-2; Jos. 8:34; Mt. 5:17-18; Jn. 5:39; 2 Ti. 3:15-17.

La Iglesia

En Vida Abundante, creemos y afirmamos que la Iglesia es el cuerpo de Cristo, integrado por personas regeneradas y salvas por medio del Espíritu Santo, que viven para exaltar, disfrutar y cumplir el propósito eterno de Dios. En su esencia, la iglesia es la manifestación visible y externa del plan y propósito divino de Dios, siendo Cristo su autoridad suprema.
1 Co. 11:3, 12:12-13; Ef. 1:22, 3:6.

La Trinidad

En Vida Abundante, creemos y afirmamos que existe un Dios vivo, verdadero, eterno y perfecto, cuyos atributos son divinos y únicos en esencia. Existiendo co-eternamente en tres personas, reveladas como Padre, Hijo y Espíritu Santo y no divididas en naturaleza o esencia, y siendo las tres, dignas de adoración y obediencia. La Biblia nunca declara explícitamente el término “trinidad”, pero, está implícito. Los tres miembros de la Trinidad se ven en el bautismo de Jesús
(Mt 3: 16-17). No son manifestaciones ni modos de Dios.

Dios Padre: En Vida Abundante, creemos y afirmamos que Dios Padre es la primera persona de la Trinidad, creador de todas las cosas, Rey único, absoluto y omnipotente del universo, soberano en la creación, providencia y redención. Como creador, es el Padre de todos los hombres, pero es solo Padre espiritual a los creyentes. Todas las cosas que pasan son de acuerdo con Sus decretos y solo para Su gloria. En Su soberanía, Él no es autor o aprobador del pecado, escoge a los suyos para salvación y salva del pecado a todos los que vienen a través de Jesucristo. Adopta a sí mismo a aquellos que vienen a Él, convirtiéndose en Padre a los suyos.
Gn. 1:1-31; Sal. 103:19, 145:8-9; 1 Co. 8:6; Ro. 8:14-15,11:36; Ef. 1:11, 4:6; 2 Co. 6:18; Hab. 1:13; Jn. 1:12, 15:16; Gá. 4:5; He. 12:5-9.

Dios Hijo: En Vida Abundante, creemos y afirmamos que Jesucristo es la segunda persona de la Trinidad. El Hijo unigénito de Dios, engendrado no en el tiempo, sino en la eternidad. Creemos que es Dios encarnado, que fue concebido del Espíritu Santo y nacido de la virgen María sin pecado alguno. Poseedor de una doble naturaleza ya que es completamente humano y divino a la vez. Él es el Dios-Hombre, poseedor de todos los atributos divinos, y en esto Él es igual a Dios, consubstancial y coeterno con el Padre, honrando la ley divina por su obediencia personal, llevando a cabo nuestra redención pagando con su muerte, por medio del derramamiento de su sangre y como sacrificio en la cruz, ya que su muerte fue voluntaria, vicaria, sustitutiva, propiciatoria y redentora y que resucitó de entre los muertos al tercer día, ascendiendo a los cielos y ahora está sentado a la diestra de Dios, siendo el único mediador entre Dios y el hombre, y que un día volverá al mundo para juzgar y consumar su misión redentora.
Jn. 3:16, 8:56-58, 10:15 y 30, 14:9; Mt. 1:8, 2:1; Ro. 3:24-25, 5-8; 1 P. 2:24, 3:22; 1 Co. 15:4; Hch. 1:9; 1 Ti. 2:5; 1 Ts. 4:13-18.

Dios Espíritu Santo: En Vida Abundante, creemos y afirmamos que el Espíritu Santo es la tercera persona de la Trinidad, co-igual, co-eterno y co-existente con el Padre y el Hijo. Él es llamado Dios, posee atributos divinos, y realiza las obras de Dios como la creación, regeneración, resurrección, transformación y salvación. Él es el administrador de los dones espirituales a la iglesia, sin glorificarse a sí mismo ni a sus dones, al contrario, glorifica a Cristo al implementar la obra de redención a los perdidos y edificación a todos los creyentes. Y con respecto a esto creemos que Él es soberano en conceder sus dones para el perfeccionamiento de cada creyente en el tiempo actual y que la operación de milagros, señales, prodigios y hablar en lenguas en los primeros días de la iglesia fueron solamente para certificar a los apóstoles como portadores de la obra divina y el propósito de estos nunca fue el de ser características en la vida de los creyentes. No negamos que Dios siga obrando milagrosamente, pero no en el contexto que se presenta en nuestros días en diferentes movimientos religiosos.
Mt. 28:19; Hch. 1:8, 5:3-4, 9:14; Jer. 31:33; 2 Co. 3:17-18,12:12; Lc. 1:35; 1 Co. 2:10, 6:11, 12:4-11, 13:8-10; Sal. 139:7-10; Ef. 4:7-12 y 30; Gn. 1:1-2; Jn. 3:3, 5-8, 16:13; Ro. 3:11, 8:13, 15:30; Gá. 5:16-24; He. 2:1-4.

Salvación

En Vida Abundante, creemos y afirmamos que la obra de salvación es totalmente por gracia y que se le atribuye completamente a Dios, a través de la obra redentora de Jesucristo, del derramamiento de su sangre en la cruz, obteniendo la redención eterna para todo creyente. Que no está basada en alguna obra o mérito del hombre.
Jn. 1:12; Ef. 1:7; 2:8-10; 1 P. 1:18-19.

La Inhabilidad Total

En Vida Abundante, creemos y afirmamos que el hombre en su estado natural después de la caída en el paraíso, su voluntad fue afectada por el pecado original y está en esclavitud a malos impulsos y deseos erróneos de su corazón, ya que el cuerpo, la mente, la voluntad y su espíritu han sido infectados con el poder del pecado odiando a Dios, estando así muerto espiritualmente y sin la capacidad de escoger a Dios.
Gn 1:26-28, 2:21-22, 3:23-24; Sal. 51:5, 58:3; Rom. 5:12-14; 1 Cor. 15:20-22.

Imago Dei

AFIRMAMOS que Dios creó a cada persona por igual a su propia imagen. Como portadores de imágenes divinas, todas las personas tienen un valor y una dignidad inestimables ante Dios y merecen honor, respeto y protección. Todos han sido creados por Dios, para Dios y la vida inicia en la concepción.
NEGAMOS que los roles dados por Dios, el estatus socioeconómico, la etnia, la religión, el sexo o la condición física o cualquier otra propiedad de una persona niegue o contribuya al valor de ese individuo como portador de la imagen de Dios.
Gn. 1: 26-30; 2: 18-22; 9: 6; 2 Cor. 5:17; Col.1: 21-22; Sal. 139: 13-16; Jer. 1:5.

La Cena del Señor y el Bautismo

Estas dos ordenanzas son las que nuestro Señor Jesús instituyó para su iglesia. El bautismo, que es solo por inmersión, mostrando un acto de obediencia y nuestra fe en Jesús, nuestro Salvador, que fue crucificado, sepultado y resucitado, dándonos unión con Él en su muerte y resurrección a una nueva vida e identificándonos en comunión con el cuerpo visible de Cristo, que es la Iglesia.
La Cena del Señor tiene varios aspectos. Primero, está en tiempo pasado, Jesús hizo, nos recuerda del trabajo redentor de Jesucristo. Segundo, en el presente, Jesús hace. Los elementos representan nuestro alimento espiritual. Todos venimos a la mesa necesitados, y solo podemos ser satisfechos por Cristo. El último aspecto es futuro, Jesús viene, este es en el presente, también implica una auto evaluación espiritual. Somos instruidos por el apóstol Pablo a no tomar la comunión de una manera indigna, él nos instruye a proclamar su venida cuando participamos de la comunión. Por eso es importante enfatizar que solo los cristianos pueden participar de la comunión porque son parte del cuerpo de Cristo.
1 Co. 11:28-32; Hch. 2:41-42, 8:36-39; Ro. 6:1-11.

Las Últimas Cosas (Escatología)

En Vida Abundante, creemos y afirmamos que Dios, a su tiempo y voluntad traerá el fin del mundo conforme a su promesa. Jesucristo, la esperanza de gloria para su iglesia, arrebatará a la iglesia de este mundo y resucitará a los muertos en Cristo para estar con él en el cielo. La ira y juicio de Dios se desatará sobre la tierra por siete años. Durante ese tiempo de tribulación, Dios refinará a Israel y, al final de esos siete años, regresará a la tierra de una manera visible con su iglesia, juzgará a las naciones, atará satanás en el abismo y establecerá su reino por mil años. Al final de los mil años, satanás será soltado de su prisión para hacer batalla contra Dios, pero él y sus ejércitos serán consumidos por fuego. Al final, Dios en su gran trono blanco juzgara a todos los incrédulos de todas las edades por sus obras, y serán condenados al lago de fuego. El pueblo de Dios entrara a la nueva Jerusalén con nuevos cielos y nueva tierra y morara con el Alfa y Omega por toda la eternidad.
Is. 2:4; Mt. 16:27-19:18; 1 Ts. 4:14-18, 5:1-11; 2 Ts. 1:7-9;
Ap. 21.

La Seguridad del Cristiano

En Vida Abundante, creemos y afirmamos que existe una promesa de Dios para nuestra vida, que lo que Él empieza en nuestra alma, lo va a terminar. Que un cristiano verdadero puede caer radical y seriamente, pero nunca total y finalmente de la gracia de Dios. Que la seguridad de nuestra salvación no depende de nosotros, ya que nuestra confianza está en el poder de Cristo para guardarnos con su gracia y por el poder de su intercesión.
Fil. 1:6; Mt. 24:13; Ro. 8:31-36; 2 Co. 4:7-16; He. 6:9-12, 10:35-39.

Expiación Real (Definitiva)

En Vida Abundante, creemos y afirmamos que la obra de expiación hecha por Jesús en la cruz una vez y para siempre fue suficiente para darnos redención, y en sustitución tomó nuestro lugar, y que nuestros pecados fueron imputados en Él, apaciguando la ira de Dios y reconciliándonos con Dios Padre, ya que la muerte de Cristo salva completamente y no potencialmente, a su vez no depende de quién la acepte o no.
1 P. 1:18-19; Ap. 5:9; Is. 53:6,12; Jn. 1:29; 2 Co. 5:18-19,21; Gá. 3:13; Lv. 4:35; Ro. 3:25, 5:10.

Regeneración

En Vida Abundante, creemos que personas muertas en sus delitos y pecados no pueden venir a Cristo solos. Necesitan un nuevo corazón, y esto sucede cuando el Espíritu Santo hace la obra de regeneración en la persona. Con un nuevo corazón, el llamado del evangelio se convierte irresistible para ellos.
Jn. 1:12-13, 3:8, 6:44; Ro. 8:28-30.

Elección/Predestinación

En Vida Abundante, creemos y afirmamos que la elección/predestinación significa que Dios no ve una acción o condición en nosotros que lo obligue a salvarnos. Al contrario, significa que Dios en una obra soberana es quien decide escoger a algunos para salvación y pasar por encima a otros (Él escoge extender gracia a algunos, pero no a todos). Por eso podemos decir juntos con Jonás, “La salvación viene del Señor.”
Mr. 13:20; Ef. 1:4; Ap. 13:8, 17:8; 1 Co. 1:27-29; 2 Ti. 1:9; Hch. 13:48, 18:27; Ro. 9:10-24; Jon. 2:9.

Otras Declaraciones

 Instrucciones bíblicas para padres
Entendemos bíblicamente que bautizar a niños o presentar a niños no es un patron demostrado en la Biblia. La referencia que tenemos de Jesus siendo presentado en el templo (Lc. 2:22) es solamente una tradición Judía que sus padres estaban cumpliendo. Para la iglesia, no es la norma ni un patron establecido. Sin embargo, creemos que cada padre debe ser instruido en su role de acuerdo a la Biblia y por eso tenemos clases diseñadas para este tipo de instrucción.
Dt. 6:4-7; Pro. 22:6; Ef. 6:4.

Complementarianismo
En Vida Abundante, afirmamos que el papel del hombre y la mujer se complementan el uno con el otro. ¿Qué significa esto? Significa que el hombre y la mujer son igual en valor y dignidad porque fueron hechos a la imagen de Dios (Gn. 1:27). Sin embargo, Dios en su plan perfecto asignó ciertas responsabilidades a cada uno. Esta responsabilidad la vemos en el hogar y en la iglesia también.

Responsabilidad del Hombre en el hogar: Desde el inicio y antes de la caída de Adán y Eva, vemos que Dios crea primero al hombre y le da una responsabilidad de nombrar los animales, cuidar la tierra e instruir a Eva. En el momento que Adán deja de cuidar a Eva, entró la serpiente y Eva cae en tentación. Es por eso por lo que Efesios 5:23-25 dice que, “el hombre es la cabeza de la mujer”, no superior, pero sí responsable por su hogar y que su mayor responsabilidad es amar a su esposa como Cristo amó a la iglesia.

Responsabilidad de la Mujer en el hogar: Desde el inicio vemos que el propósito por el cual Dios creó a la mujer fue para que sea “ayuda idónea” para el hombre (Gn.3:18). Es importante notar que la mujer es ayuda, no cabeza del hombre. En el huerto vemos que cuando Eva toma la responsabilidad del hogar, el pecado entra a la humanidad. Eva toma la fruta del árbol y come, y luego se la da a Adán. Lo importante aquí es que Adán estaba presente pero no asumió su responsabilidad como cabeza del hogar y las consecuencias fueron terribles. Este es un ejemplo de lo que sucede cuando salimos del plan de Dios para la familia. Es por eso por lo que Efesios 5:22 dice, “Mujeres estén sometidas a sus maridos”. De nuevo, esto no significa que el hombre es superior o más valioso que la mujer.

Funciones dentro de la iglesia: En la Biblia vemos que la mujer puede servir dentro de la iglesia excepto como pastor y anciano. Debido a que los pastores y ancianos son los que enseñan a la iglesia, afirmamos que la mujer no puede instruir al hombre en la palabra (1 Ti.  2:11-12) y que esto es responsabilidad de hombres con buen testimonio y con buenas familias. Las esposas de los pastores y ancianos están para ayudar a sus esposos y para instruir a las mujeres dentro de la congregación.